lunes, 12 de noviembre de 2012

Posted by Ródenas 50 Aniversario On 12.11.12

Sería imposible plasmar aquí todos los recuerdos que tengo de mi paso por el Ródenas, son tantos los recuerdos, las sensaciones y grandes momentos vividos que me parece difícil poder plasmarlos todos,  pero voy a intentar hacerlo lo mejor posible.

Los primeros recuerdos comienzan en las escuelas viejas, allá por el año 82, mi seño era doña Juani ( conocida por la Juani la Patillas), en la otra clase el maestro era don Pascual, un hombre muy alto, moreno y siempre con un maletín negro. Tengo muchos recuerdos de esta época, como mi prima y yo íbamos juntas siempre aparecía ella primero en la lista y yo detrás, recuerdo que mi número era el trece; recuerdo las bodas en el patio de atrás de las escuelas, la corona del novio y la novia la hacíamos con el bote del colacao, jugábamos a casarnos en los recreos; también recuerdo que había una compañera que se comía los colores, y casi siempre teníamos que llevar nuevos, jejeje. Otro recuerdo que tengo es de otra compañera que se bebió un bote de cola Darson, por suerte la llevaron al médico y no pasó nada. Recuerdo los babis de rayas rosas y azules, lo cariñosa que era doña Juani con nosotros, como bajábamos restregando el culete por los dos pollos que había a la entrada de las escuelas, y también que guardábamos los colores en botes de colacao sin la etiqueta, que se colocaban en el centro del grupo. Recuerdo también que tuvimos que vestirnos de personajes típicos de mercados ambulantes, e hicimos una actividad así vestidos en el patio de la parte trasera del edificio, que casi pegaba con la fábrica de embutidos, de donde procedían las olores típicas de ésta.

Después pasamos al Ródenas, primero de EGB ¡qué mayores! entonces nos cogió doña María de los Ángeles, una maestra mayor, de pelo rubio que comenzó a poner nombres cariñosos a mis compañeros, María del Pilar pasó a llamarse Pili, Francisco José pasó a ser Paco Pepe, Josefa pasó a ser Pepi, etc. Esta maestra además de enseñarnos a leer y escribir nos enseñó a querernos y respetarnos, era una maestra entrañable, la recuerdo con mucho cariño, al igual que sus pequeñas siestas que se echaba mientras hacíamos los ejercicios. Vivía en una de las casas de los maestros, que estaban junto al colegio, donde ahora está el edificio de infantil, recuerdo que mi hermana, que es cinco años mayor que yo, estuvo durmiendo una temporada en su casa para que ella no durmiera sola. Recuerdo también que había un jardincillo que separaba el patio del colegio de las casas de los maestros, tenía jazmineros y otras plantas que no recuerdo su nombre. Doña María de los Ángeles fue mi maestra durante dos años, pero nunca la olvidaré.

Recuerdo las largas colas en el pasillo, durante el més de mayo cantando canciones a la Virgen María, y llevándole flores, la pequeña estatua de la Virgen estaba situada al fondo del pasillo en una ventana. La verdad que lo pasábamos bastante bien. También recuerdo las Navidades, nos vestíamos de personajes del Belén y cantábamos villancicos; las fiestas de fin de curso, y como nos juntábamos por las tardes para ensayar, aunque también ensayábamos en los recreos en el escenario del patio del colegio.

Me gustaría dar las gracias a mis maestros, ya que en parte gracias a ellos es que soy lo que soy, ellos nos ayudaban a forjar nuestra personalidad, nos hacían crecer como personas a la vez que nos educaban y enseñaban, quiero agradecer en especial a don Juan Matías, el teacher, director actual del colegio, que me ayudara a encaminar mi futuro, pues es gracias a él que me decidí a seguir estudiando, y me ayudó en momentos difíciles; para mí es una gran persona y un gran maestro, al que nunca podré olvidar.

Recuerdo a doña Vrigi, mi maestra en tercero y cuarto de EGB, a don Victoriano, que fue nuestro maestro en quinto, recuerdo sus tirones de patillas si no te sabías la lección; a don Cristóbal, maestro de Sociales, y sus "ideas básicas"; a don Jesús López, maestro de Naturales, y antiguo director del colegio; a doña Susana, mi maestra de Mates, aquella con la que era imposible no entender las Matemáticas; a doña Antonia, mi maestra de Lengua, con la que hicimos la obra de teatro "El traje Nuevo del emperador"; a don Francisco, maestro de Plástica, y sus batallitas de la mili; a don José Luis Cerrillo, maestro de Educación Física, y las "panzás" de correr que nos dábamos en la Rafa;  también recuerdo a doña María José, maestra de Lengua, y recuerdo el nombre de algún maestro más que supongo sería interino, porque su paso por el colegio fue muy corto ( Juan López Espejo, maestro de Lengua y a  Fuensanta, de Matemáticas). Espero de no haberme olvidado de ninguno de mis maestros, y si lo he hecho, pues lo siento.
Recuerdo las peleas con el "A" por los partidos de voleibol y de baloncesto, aunque luego todos éramos amigos, recuerdo que en el patio jugábamos al elástico, a la comba, al pillao, etc. Éramos felices, eso os lo puedo asegurar, y lo más importante, es que éramos amigos, lo compartíamos todo, incluso el bocadillo. Recuerdo cuando nos íbamos al huerto de enfrente para coger albaricoques ( al que llamábamos el huerto de los muros), el olor a vino en la época de la vendimia, que emanaba de la bodega de San Isidro, situada antiguamente junto al colegio.

Tengo muy buenos recuerdos de los viajes que hicimos, un viaje a Almería, recuerdo que tuvimos que hacer unas redacciones, el viaje lo costeaba Caja Rural; y nuestro viaje de estudios a Galicia, en octavo de EGB, no paró de llover todo el tiempo, pero fue maravilloso, en la ida paramos en Zamora, recuerdo que hacía un viento muy fuerte, y a la vuelta estuvimos en Ávila y Salamanca, donde hicimos noche, todas las ciudades eran preciosas, ese viaje no lo voy a olvidar en la vida, la cantidad de anecdotas vividas, los lugares visitados, el tiempo compartido con los maestros y los compañeros, lo recuerdo con mucho cariño. Este viaje era la muestra de que ya nos habíamos hecho mayores, ese año abandonaríamos el colegio y cada uno cogería su camino. También este viaje tengo que agradecérselo a don Juan Matías.

Qué diferente era la educación entonces, ahora que yo también me dedico a ella, os puedo decir que antes se aprendía de verdad, salíamos realmente preparados para pasar al instituto,  es una lástima que hayamos pasado a la LOGSE, LA LOCE Y LA LOE, leyes que se han ido cargando la calidad en la educación.

De nuevo vuelvo a ir todos los días al colegio, esta vez es para llevar a mi hija, que acaba de comenzar su periodo escolar, al pasar por el patio ó entrar en el edificio de primaria, todos los olores, todas las cosas me recuerdan mi paso por allí.

Bueno no quiero hacerme muy pesada, solo espero que el paso de mis hijas por el Ródenas sea tan maravilloso y provechoso como fue el mío.



1 comentario:

  1. María del Pilar7/12/2013

    Ascen,
    leer tu texto me ha ayudado a recordar algunas cosas muy escondidas en mi memoria, como lo de los botes de Cola-Cao sin etiqueta para guardar los colores...
    Treinta años después continuamos compartiendo buenos ratos... Creo que las amistades de la infancia se terminan pareciendo mucho al amor fraternal, donde se ama "con lo bueno y con lo malo", ¿no crees?
    Es por eso por lo que, al encontrarnos con amigos "de cuando entonces" sentimos algo que se remueve en nuestro interior, en recuerdo de aquellos tantos ratos vividos juntos...
    Gracias por continuar estando ahí.
    Pili

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